La belleza del majuelo y sus propiedades
En nuestro laberinto podrás disfrutar de la belleza del Majuelo, también conocido como Espino Albar por sus ramas espinosas y sus flores blancas. Majuelo es el nombre común del Crataegus monogyna, un árbol caducifolio de pequeño porte (5-6m), perteneciente a la familia de las Rosaceae. Las rosáceas son una amplia y heterogénea familia con más de 3.000 especies, que incluye la mayor parte de especies frutales arbóreas de consumo habitual como el manzano, el peral, el melocotonero o el cerezo, y otras muchas especies ornamentales como los rosales.

Florece de marzo a julio y sus flores suelen dejar un olor a miel en el ambiente.
Su hábitat está ampliamente distribuido por Europa y podemos encontrarlo en toda la península Ibérica; también en algunas zonas de África y Asia. En nuestro medio, se ubica en claros y orlas de bosque, como encinares y quejigares, o formando setos arbustivos en barrancos, zarzales y espinares.
Sus usos son tan amplios como su hábitat, siendo comestible en forma de verdura silvestre, aprovechando sus brotes, hojas y tallos pelados. También son comestibles sus frutos dulces (majuelas), que si bien tienen un bajo valor nutricional, has sido en el pasado altamente consumidos en épocas de escasez, o como golosinas para los niños, e incluso almacenados en formas de pasas y mermeladas.

Las bayas rojas o majuelas son los frutos del majuelo. Evitar la ingestión del hueso del fruto, ya que se le han atribuido efectos nocivos al producir ácido cianhídrico.
También se ha usado como bebida para preparar aguardiente o infusiones, además de ser alimento para el ganado, la fauna silvestre y una planta melífera.
Son amplios sus usos tradicionales como medicina para regular el tránsito intestinal o calmar espasmos gastrointestinales, otorgándole propiedades antiinflamatorias, antitusígenas, tranquilizantes y antimigrañosas, entre otras.
Su madera es resistente y ha sido muy utilizada para la construcción de herramientas y utensilios, así como para combustible en forma de carbón o leña; es especialmente significativo el valor de su madera para ahumar quesos y embutidos.

Dadas sus características espinosas y la densidad de sus ramas, son usados frecuentemente como vallas o cerramientos en forma de setos impenetrables, que además toleran bien las podas y son utilizados de manera ornamental debido a la belleza de sus flores y frutos. Un valor añadido para nuestro Laberinto del Quercus.
Por último, destaca su uso como pie o patrón portainjertos, generalmente de otras rosáceas.
Para saber más acerca de sus múltiples usos y la carga simbólica y ritual que recoge la tradición de nuestro país, visita el Inventario Español de los Conocimientos Tradicionales relativos a la Biodiversidad.