Protección del bosque y los servicios ecosistémicos

La recuperación de suelo sobreexplotado por la agricultura intensiva y la forestación con especies autóctonas, conformando un bosque mixto, genera un impacto ambiental positivo al favorecer la biodiversidad y cuidar la conservación de los servicios ecosistémicos, contribuyendo, en último término, a frenar el cambio climático y mitigar sus efectos como las sequías y los fenómenos meteorológicos extremos.

¿Qué son los servicios ecosistémicos ?

Son los recursos o procesos de los ecosistemas que aportan un beneficio a la sociedad y hacen posible la vida. Son servicios ecosistémicos, por ejemplo, la fijación del agua y CO2, la regulación de la calidad del aire y la regulación del clima. Conservar estos bienes y servicios es fundamental para combatir los efectos negativos que produce su desregulación, tanto para la salud y bienestar de las personas como para la economía, que se ven afectadas por olas de calor, polución atmosférica, escasez de agua y desertificación, y en último término, catástrofes naturales que son cada vez más graves y frecuentes.

Servicios ecosistémicos Laberinto del Quercus
Servicios ecosistémicos Laberinto del Quercus

¿Cómo contribuimos?

Desde el Laberinto del Quercus vamos a plantar 7200 ejemplares de árboles del género Quercus, Juniperus, Pinus, Acer y Cupressus, además de especies arbustivas para completar las divisiones del laberinto y el sotobosque que contribuirán a aumentar la biodiversidad del ecosistema. 

Se seleccionarán plántulas del mismo hábitat para garantizar su adaptabilidad y viabilidad sin necesidad de riego. Además, al componer el laberinto con un bosque mixto se protegerá también a las especies menos frugales y a las más  sensibles a las insolaciones que se situarán al resguardo de aquellas más resistentes, siendo también esta biodiversidad un factor protector frente a las plagas que afectan a especies concretas.

Sabina albar: una imprescindible del laberinto

La sabina albar, nombre con el que se conoce a la especie arbórea Juniperus thurifera, perteneciente al grupo de las coníferas perennifolias, es uno de nuestros tesoros naturales de los páramos calizos de Castilla La Mancha, concretamente de la Serranía de Cuenca. Es una especie protegida en nuestra comunidad, que ha sufrido gravemente por la tala indiscriminada, las transformaciones agrícolas y el sobrepastoreo, estableciéndose por tal motivo una regulación de su aprovechamiento. En nuestro entorno natural podemos ver esta especie formando masas puras en dehesas o mezclada con especies de pinos, encinas o quejigos.

Aunque encontramos especies de sabina albar por el Centro, Este y SE de la península Ibérica, su distribución es más abundante en las provincias de Soria, Burgos, Teruel, Guadalajara y Cuenca.

Si bien es una especie muy frugal y resistente a la climatología adversa, soportando inviernos fríos, sequía e insolación directa, su crecimiento es muy lento tras los primeros años, desarrollando unas raíces profundas para favorecer su adaptabilidad a suelos someros. 

Su porte en de talla pequeña/mediana (un máximo de 12 metros), y son árboles de gran longevidad que viven más de 500 años.

Desde el Laberinto del Quercus vamos a mimar a nuestras sabinas, protegiéndolas de plagas y herbívoros que se alimentan de ellas y limitan o impiden su crecimiento en los primeros años.


sabina albar laberinto del quercus

Juniperus Thurifera

Juniperus oxycedrus laberinto del quercus

Juniperus oxycedrus

Apúntate a nuestros programas de reforestación y pon un check a plantar un árbol en tu lista de propósitos

Nuestro programa "Tu huella es clave" permite a personas y empresas apadrinar un árbol del laberinto, creando un vínculo emocional con el proyecto, contribuyendo a su sostenibilidad.

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